vergüenza
Ayer me ocurrió algo y no me he dado cuenta hasta esta mañana.
He pasado toda la noche dando vueltas a la cabeza sin poder dormir, sin saber qué es lo que me pasaba. Tenía ansiedad y no podía parar .
Un hombre, de aspecto totalmente normal, andaba nervioso por los vagones de tren. Al principio pensé que se había colado y se escondía del revisor luego vimos que no era así.
Un par de estaciones después desapareció por un instante y aparació de nuevo en el vagón donde estaba yo. Como toda la gente que pide en el tren comenzó a hablar disculpándose. Me llamó la atención lo que decía, pero mucho más lo que no salía por su boca. Estaba muy nervioso, angustiado y no paraba de destrozar un billete de tren con los dedos, como descargando esa ansiedad contra el trozo de papel.
Apenas le salían las palabas, seguramente avergonzado de encontrarse en esa situación.
Su historia refleja lo que estamos viviendo en éste país, un trabajador que un día decide convertirse en emprendedor, monta un negocio (supongo que sería autónomo) y a causa de un accidente y la coyuntura que le rodean, no puede trabajar, no puede pagar, le embargan y se queda en la miseria y enfermo. Nada nos dijo de su familia…
Una pasada rápida alante y atrás del vagón y se baja rápidamente.
Ya en el andén, se movía inquieto de un lado a otro.Le ví tapándose la cara y respirando, como aliviado en cierta manera porque su tortura había acabado de momento. ¿qué estaría pasando por su cabeza? no quiero ni imaginarlo.
Ninguno hicimos intención de darle nada, sólo escuchamos sin ni siquiera mirarle a la cara, ingnorándole o por lo menos intentándolo.
Me avergüenzo de mi mismo y siento vergüenza ajena de los que me rodeaban en el Cercanías C-3 dirección Aranjuez a las 18h por no hacer aboslutamente nada. Puede que unas monedas sean pan para hoy y hambre para mañana, pero al menos pan para hoy.
No sé si individualmente podemos hacer algo más, pero lo que si tengo claro es que la situación es muy jodida, pinta peor y necesitamos un cambio ya. Hay que hacer algo o por lo menos ser sensible a los problemas de los demás, NO ignorar a los que nos rodean porque de momento nosotros estemos bien.